Después de 36 años del último golpe militar, el poder político nos oferta una siniestra bipolaridad: el rancio conservadurismo eclesiástico y patronal, y el progresismo "de salón" de un gobierno que con su mano izquierda descuelga cuadros de la ESMA mientras con la mano derecha sanciona la Ley Antiterrorista. Un gobierno que hace bandera de la no criminalización de la protesta social, pero que ahora ya tiene sus propios 'soldados' y que no duda en perseguir, espiar y golpear a los militantes; un gobierno que, con su barato discurso de patriotismo revolucionario, abduce a la juventud y juzga a los viejos dictadores mientras ofrece impunidad para los nuevos genocidas, muchos de ellos no tan nuevos, ya que son herederos de las mismas patotas sindicales que hace tres décadas señalaban al compañero subversivo en la fábrica o el taller y que hoy asesinan a sangre fría a Mariano Ferreyra y a Carlos Fuentealba.
Siguen pasando los años y cada vez queda más patente que la única salida está en la organización horizontal de los trabajadores. La dicotomía dictadura-democracia no es más que un invento de la burguesía para asegurarse el poder en función de las circunstancias. Para que la sangre derramada no quede en el olvido, exigimos la derogación de la Ley Antiterrorista y el fin de la persecución a los militantes.
Ni subversivos, ni terroristas, ¡¡¡trabajadores organizados!!!
F.O.R.A.
FEDERACIÓN OBRERA REGIONAL ARGENTINA - ADHERIDA INTERNACIONALMENTE A LA A.I.T.
FORACF@FORA-AIT.COM.AR
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