(...)Por un lado, Luciano Del Percio –despedido de la línea
mientras se hallaba de licencia médica- sufrió la rotura del parabrisas de su
camioneta Fiat que se encontraba estacionada en la puerta de la casa de su
padre en Valentín Alsina, donde ya había sufrido amenazas a través de pintadas
y llamadas telefónicas. Según informó Del Percio, mientras se encontraba en el
interior del domicilio escuchó la frenada de un colectivo, aproximadamente a
las 14 horas, y al salir un rato después a la calle encontró el parabrisas
estallado con un piedrazo en el interior
del vehículo.
En tanto, en el mismo horario,
pero en la puerta de la sede de la empresa en el barrio porteño de Pompeya, el
automóvil del chofer Angel Lagos, con 20 años de antigüedad, sufrió un ataque
similar: al retirarse de su jornada laboral, Lagos encontró el parabrisas de su
Senda bordó destruido, seguramente por las mismas manos anónimas.(...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario