9 de Agosto de 2011
La Federación Obrera Regional Argentina expresa su repulsa ante la creciente ola represiva que están padeciendo los movimientos sociales y de trabajadores como respuesta a sus reclamos. Recientemente fueron los docentes de Santa Cruz quienes sufrieron un brutal desalojo cuando se manifestaban frente al Ministerio de Trabajo, posteriormente los vendedores ambulantes del centro porteño, y la última semana le tocó el turno a los sectores más desfavorecidos de Jujuy y de Tucumán cuando exigían una solución a la crisis habitacional de la región.
La situación de estos pueblos es la expresión más visible de una problemática generalizada en todo el territorio argentino, fruto de décadas de pésimas gestiones urbanísticas y de políticas clientelistas que se revelan ineficaces y que únicamente buscan poner parches para evitar que los conflictos estallen y así seguir perpetuándose en el poder. La desesperación empuja a quienes no tienen cubierto ni el más elemental de los derechos a la toma de terrenos, (animados en ocasiones por ciertas corrientes que como siempre tratan de sacar rédito político de expresiones populares espontáneas sin importarles las consecuencias), y como ya sucedió meses atrás en Buenos Aires con el desalojo del Parque Indoamericano, la represión ha dejado nuevamente un reguero de sangre obrera. Fue Jujuy y un dramático desenlace, luego le tocó a Tucumán, pero mañana le tocará a otro, ya que pareciera que se vuelven a naturalizar las prácticas represivas contra quienes alzan su voz.
Por eso, desde la FORA enviamos nuestra solidaridad al pueblo jujeño y el tucumano, y animamos a no ceder y a seguir combatiendo todas las prácticas represivas que buscan silenciar la voz de los trabajadores.
Secretaría de Prensa, Consejo Federal
FORA (adherida a la AIT)
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